Los trastornos musculoesqueléticos (TME) derivados del trabajo afectan a gran número de trabajadores de los diferentes sectores de la actividad económica. Las consecuencias de los sobreesfuerzos comprenden desde el dolor y la inflamación de diverso grado hasta lesiones graves e incapacitantes.
Entre las causas físicas de los trastornos musculoesqueléticos cabe mencionar: los movimientos manuales, la manipulación de cargas, las malas posturas y los movimientos forzados, los gestos repetitivos, los movimientos manuales enérgicos, la presión mecánica directa sobre los tejidos corporales, las vibraciones o los entornos de trabajo fríos.
Para prevenir con eficacia los trastornos musculoesqueléticos, la atención debe centrarse en los factores de riesgo que determinan las condiciones de trabajo, a la evaluación del riesgo, la vigilancia de la salud, la formación, la información y consulta a los trabajadores, la prevención de la fatiga y los sistemas de trabajo ergonómicos contando con el asesoramiento de los especialistas en prevención de riesgos laborales.